En este 2014 quizá no viaje tanto como lo hice en el 2013 que recorrí Europa, pero fue un año muy peculiar porque regresé a 3 países que había visitado en el 2010, 2011 y 2012 y en el mismo orden: Argentina, Chile y Ecuador. Regresé a cada uno de ellos por diferentes motivos, no pensé hacerlo, porque ya conocía y por ahí dicen que para qué regresar a un lugar que ya conoces pudiendo visitar otros, pero para mí, regresar a un lugar que ya visité y que no cambió es darme cuenta de cuánto he cambiado yo. Me gusta este tipo de viajes porque me sirven para reflexionar sobre todo lo que me ha pasado desde que lo visité por primera vez, y vuelvo a pasear por cada lugar con la misma emoción como si fuera la primera vez, ya que (recuerden esto) siempre hay cosas nuevas que ver, sin importar el lugar, lo importante son los ojos que lo ven.
Nunca me cansaré de caminar por las coloridas calles de Caminito, ni de tomar Fernet con Coca acompañando a un buen asado o tomar mate en el parque escuchando a Andrés Calamaro y pasear por Calle Florida. Tampoco me cansaré de subir el Cerro San Cristóbal y ver todo Santiago en un perfecto atardecer, ni de tomar Terremoto, caminar por las bajas y subidas de Valparaíso saboreando unos ricos Twistos sabor a jamón ibérico (mi favorito, ñam) y disfrutar de un buen once a media tarde. Respecto a Ecuador esa es otra historia que pronto leerán y se enterarán porqué regresé a este país. Me encanta Ecuador, pero mi motivo esta vez no sería de placer…



Estos viajes además implicaron volver a ver a esos amigos que no ves hace mucho y que vale la pena tener que recorrer kilómetros para tomarse un té y tener esas interminables conversaciones y darse cuenta que la amistad verdadera siempre perdura sin importar el tiempo y la distancia. Dicen que cuando uno viaja, parte de su corazón se va quedando en esos lugares que visitó y nunca más se vuelve a ser la misma persona, yo creo que es cierto, ese es el precio que se paga y sí que vale la pena.
Me han estado preguntando sobre mis Cábalas, si hago algo especial para tener suerte y viajar tanto jaja. Pues les cuento que mi única cábala, que adoptamos con mi mejor amiga en el viaje por Año Nuevo a Chile en el 2011 es pasar cada Año Nuevo en un lugar diferente y pese a que esto se adoptó oficialmente desde el 2011, acabo de darme cuenta que desde antes ya lo hacía jeje. Acá un breve recuento.
2008: Colorado-USA
2009: Huanchaco-Trujillo- Perú
2010 y 2011: Lima-Perú
2011: Santiago-Chile
2012: Guayaquil-Ecuador
2013: Cusco-Perú
2014: ………..
Ah y me olvidaba. Este 2014 también pude visitar finalmente Puno, el famoso Lago Titicaca, la Isla de los Uros y parte de Bolivia: La Paz, Copacabana y La Isla del Sol. Estoy feliz de haber hecho este viaje al Sur de Perú, porque era algo que tenía pendiente. La pasé increíble, conocí personas geniales y regresé con un maleta llena de recuerdos. Ya leerán los detalles completos de esta aventura próximamente 😉





Agradezco por todas las aventuras vividas en el 2014 y vamos por más para este 2015. Acá les dejo mis propósitos para este nuevo año y los invito a seguirme en cada aventura.
¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!