Esto es la continuación de —> Holanda: entre canales, tulipanes y molinos.
Aquel día nos levantamos muy temprano para ir a la estación central de Amsterdam, en dónde tomaríamos el tren con dirección a Alkmaar, una ciudad ubicada a 1 hora aproximadamente, y es que nos habían contado que todos los viernes entre abril y septiembre se celebra en Alkmaar un popular y animado mercado de quesos.
Al llegar no pudimos evitar parar un rato en un pequeño mercado de flores, en dónde compré los más bellos tulipanes a muy buen precio, ¿les conté que me encantan los tulipanes? Sí, son mis flores preferidas, así que si quieren alguna vez enviarme algún arreglo floral, que sean tulipanes por favor jaja.
Después de ver el mercado de quesos y degustar algunos, nos dispusimos a recorrer la ciudad, quedamos maravilladas con sus canales, sus casitas al pie del canal y sus simpáticas tiendas.
El día avanzaba y llegaba la hora de irnos. Zaanse Schans era el próximo destino. Recomiendo de sobremanera visitar este lugar, ya que es un típico pueblito holandés, con los molinos, el lago, los pastos verdes y las vacas. Parece todo de películas, de cuento de hadas. Yo maravillada, era la primera vez que me subiría a un molino y comería el más delicioso chocolate. Compramos muchos recuerdos y los famosos suecos holandeses.
En Dam Square en Amsterdam puedeN encontrar tours que hacen estos recorridos y salen todos los días, es un full day desde el centro de la ciudad con precios bastante acequibles. si gustan pueden optar por esta opción, pero sino basta con tomarse el tren que cuesta 4 euros y listo. Alkmaar y Zaanse Schans son pequeños y fáciles de recorrer.
Bueno, así terminaría nuestro día, en este hermoso y apacible pueblo de Zaanse Schans. Al día siguiente iríamos a Rotterdam y La Haya… Ya viene la tercera parte! 😉