Debo confesarles que siempre soñé con conocer Amsterdam (creo que siempre digo lo mismo ¿no? Jaja, pero esta vez es un poquito más cierto que las veces anteriores /que no se me resienta nadie por favor/) Y es que suelo ser, a veces, de esas personas que sin saber por qué le coge cariño a algo o a alguien, ¿será que me siento identificada de cierto modo? Qué se yo, pero ese cariño inexplicable siempre le tuve a Holanda, ese pequeño país europeo de no más de 5.488 km². Chico de territorio, pero grande en belleza y cosas para ofrecer al turista. Cuando decidí ir a Europa a “mochilear” y a participar de un voluntariado en Polonia, no dude en comprar mi pasaje Lima – Amsterdam – Lima, para así tener doble excusa para pisar este tan soñado país.
El 7 de mayo del 2013 aterricé por primera vez en Amsterdam. Había además cruzado “el charco” por primera vez. Mi corazón latía de alegría al ver un sueño hecho realidad y de ansiedad esperando ver una cara amiga en ese mar de caras que se volcaban a la puerta de salida del aeropuerto para recibir a sus familiares y/o amigos.
Una amiga holandesa que había conocida durante mi viaje a Chile en el 2011 se había ofrecido a hospedarme y a recogerme del aeropuerto, había pedido especialmente un día libre para hacer esto, ¿se imaginan? Fue un lindo gesto de su parte considerando que sólo nos habíamos conocido unas cuantas horas. ¿Qué más podía pedir? Me alojaría en todo el corazón de Amsterdam, para ser precisos, al frente de la casa de Ana Frank. Desde mi ventana en el cuarto piso, podía ver y escuchar sonar la misma campana que desde su “escondite” escuchaba la pequeña Ana. He leído tantas veces “El Diario de Ana Frank” deseando cada vez que sean rescatados (aun cuando ya sé lo que sucedió), no dejo de involucrarme y de sentir lo que pudo haber sentido Ana y sobretodo vibrar con su manera de escribir y reflejar sus sentimientos tan perfectamente en cada palabra, ¿No lo han leído? Pues vayan ahora mismo y compren el libro.


Volviendo a la Amsterdam actual. Ahí estaba yo, en la salida de llegadas internacionales, esperando a mi amiga. Finalmente llegó, la abracé, cogimos mi maleta y tomamos el tren. Ya en su casa, después de casi 14 horas de vuelo y un jet lag con 7 horas de diferencia horaria, mi amiga pensó que querría descansar un poco, pero ¿ustedes creen que quería descansar? Jajaja eso era lo último en lo que pensaba! Cogí un paraguas, porque en Amsterdam siempre toca lluvia y salimos a pasear.
Caminamos al borde de los canales, corrí como niña emocionada por las callecitas empedradas, me sorprendí con las casas flotantes en los canales. Y seguimos caminando hasta llegar a Dam Square, el Barrio Rojo con las vitrinas y todo eso, Vondelpark, Rijksmuseum, el Barrio Jordaan, Spui, el mercado de flores. Pero esperen, esperen, creo que estoy yendo muy rápido jaja, vieron como me emociono contándoles sobre Amsterdam. Lo siento. Vamos a poner cámara lenta y acá les dejo los lugares imperdibles para visitar en Amsterdam ❤
Dam Square:
Es una de las plazas principales en Amsterdam. Se encuentra en todo el Centro Histórico de Amsterdam, en dónde además encontrarán muchas tiendas para comprar recuerdos y regalos hermosos muy típicos de Holanda. Yo me quería llevar TODO!!!

Es el museo de cera más grande y famoso del mundo. Los personajes más reconocidos de la historia, el arte y la ciencia, reproducidos en cera con una asombrosa fidelidad, en tamaño natural. La experiencia ahí dentro es muy divertida, puedes hacer las fotos que quieras y pasarlo de lo mejor con tus amigos. Yo me pase casi toda la tarde en este lugar, hasta que literalmente se echaron jejeje. Así que ya se imaginarán lo divertido que es.





Barrio Rojo
Está ubicado dentro del centro histórico. Famoso por su historia, su arquitectura, su vida cultural y por ser uno de los barrios más liberalizados del mundo en cuanto a la actitud hacia la prostitución, las drogas y la diversidad sexual. La principal atracción son las chicas en las vitrinas, quienes se contorsionan seximente esperando a que algún caballero toque a su puerta. ¡Ojo! Está prohibido filmar y tomar fotos a la vitrinas, así como realizar cualquier acto indebido en contra de las señoritas.

La Casa de Ana Frank
Es una casa museo dedicada a la pequeña Ana Frank. Acá podemos visitar dónde vivió durante la Segunda Guerra Mundial. Recomiendo comprar las entradas con anterioridad y/o ir temprano ya que siempre hay una larga cola.
Vondelpark
Es el parque más grande de Ámsterdam y el lugar preferido para caminar, pasear en bicicleta, practicar deportes, comer al aire libre o relajarse sentado en alguno de sus cafés con terraza.
Está dedicado al arte, la artesanía y la historia. Posee la más famosa colección de pinturas del Siglo de Oro holandés así como una rica colección de arte asiático y egipcio. Si te gusta el arte, entonces no te debes perder de este lugar, ni tampoco del Van Gogh Museum, el cual alberga la colección de este pintor.
Es el lugar donde vivió, pintó y sorprendió a sus contemporáneos uno de los artistas más importantes de todos los tiempos.
El mercado de flores
Uno de las cosas que más me gustó y llamó mi atención es ver cómo a los holandeses les encanta las flores, siendo su principal flor el tulipán. Sus casas e incluso sus bicicletas están decoradas de ellos. Por tal motivo no podía faltar el mercado de flores en dónde se encuentra de todo.
Es una exposición interactiva dedicada a la historia y al mundo que rodea a la prestigiosa marca de cerveza Heineken.
Anímense a vivir una Aventura congelada. Bajo 0°, la experiencia en este bar es muy divertido.



Pero si de verdad quieren conocer la vida nocturna y los bares en Amsterdam, pues anótense al Pub Crawl. Este tour de bares los llevará por varias discotecas, en dónde además conocerán gente de todo el mundo. Eso sí, cuidado con excederse. Tomen con moderación.
Paseo por los canales
Cómo todos sabemos Amsterdam está llena de canales. Así que si están ahí no deben dejar de dar un paseo por ellos. La experiencia es muy bonita.
No quiero terminar esta entrada sin mencionar que para vivir Amsterdam cómo un verdadero holandés no dejen de pasear en bicicleta y caminar, ya que así descubrirán toda la belleza de esta ciudad, pero cuidado los sorprenda la lluvia, así que no olviden su paraguas 😉
Y porque Holanda no es sólo Amsterdam y el título dice Holanda xd. En mi próxima entrada les contaré de las demás ciudades que visité en el país de los molinos. ¿Me acompañan a subirnos al tren y a descubrir el próximo destino? 😉